martes, 12 de mayo de 2009

Conocida por sus libros Rollos míos y Más rollos míos, también editados por Sins Entido, la francesa Aude Picault muestra en Papá una nueva faceta como narradora. Sin renunciar a su estilo en lo que se refiere a la ilustración, Picault deja a un lado lo divertido, lo intrascendente o lo frívolo de sus historias anteriores para adentrarse en el drama que supone el suicido de un ser querido que, en este caso, es su propio padre.
Estructurado en cuatro capítulos, el libro describe la relación entre padre e hija, no sólo durante la época en la que aquél estaba vivo, sino también en su ausencia, preguntándose el porqué de esa decisión y explicando cómo, a pesar de lo sucedido, los recuerdos pueden mantener con vida a los que ya fallecieron.
A excepción de alguna parte en la que la narración puede resultar redundante en sentido de que no es necesario explicar en diez páginas lo que ya está explicado en cinco, Papá funciona como un todo sólido y muy bien hilvanado. Los sencillos dibujos de Picault resultan sumamente poéticos y sus recursos a la hora de transmitir estados de ánimo tan personales y complejos como el hastío, la pena o el desamparo, realmente impactantes, inteligentes y, por encima de todo, muy sinceros.
Aunque la autora no escatima detalles a la hora de explicar las causas que desencadenaron el suicidio de su padre ni cómo se produjo éste, lo cierto es que Papá no es un libro triste, truculento o dramático. El libro es una declaración de amor, un acto de cariño hacia el padre muerto que alberga esperanza y alegría y que transmite al lector la grandeza de las obras de arte, aquellas que hacen que perduren y eviten que lo dicho en ellas caiga en el olvido. Algo que Picault ha tenido la suerte de poder hacer con su padre gracias a su talento como ilustradora y que, lamentablemente, no todas las personas podemos hacer.

Papá. Aude Picault. Sins Entido
74 páginas. Español