domingo, 28 de agosto de 2011

La influencia de la presencia norteamericana en Francia tras la Segunda Guerra Mundial es la base argumental de la última obra de Gabrielle Piquet. Una novela gráfica que explora los comportamientos y relaciones de diferentes personajes, todos ellos marcados por la experiencia común de haber convivido en el pasado con los soldados americanos de la base de Laon.
Todas esas esperanzas, ilusiones y vidas truncadas se verán de nuevo reactivadas cuando, con motivo del día de Acción de Gracias, las autoridades del pueblo inviten a los veteranos a regresar a la localidad francesa.
Con un trazo ágil, ilustraciones en blanco y negro y una narración fluida que prescinde de las viñetas y permite que las páginas se compongan como un todo, Piquet arma una historia que atrapa al lector desde el principio hasta su inesperado final.
Si bien es posible que le pueda perjudicar el hecho de que su lanzamiento haya coincidido con el de otros libros de Sins entido como “Los Garriris” o los Premios Revelación y Audacia de Angoulême 2011, “El paréntesis” y “Un lugar equivocado”, “Los hijos del deseo” es sin duda uno de los lanzamientos más interesantes de los realizados por la editorial madrileña en los últimos meses.

Los hijos del deseo. Gabrielle Piquet
Sins Entido. 200 páginas. Castellano

sábado, 20 de agosto de 2011

El maestro Enric Satué regresa a la actualidad editorial con la publicación de un nuevo libro para la colección Alianza Forma. Bajo el título de “El factor del diseño en la cultura de la imagen y en la imagen de la cultura”, el autor incluye pequeños ensayos en los que destaca la importancia del papel del diseño gráfico, tanto en obras de arte clásicas, como en elementos de la cotidianeidad y los pone en relación.
Tipografía, cartelismo, packaging, señalética son algunas de las disciplinas que Satué pone en concordancia con, por ejemplo, “Virgen con niño Jesús” de Narni, “La botella de anís” de Juan Gris, “El empresario Max Roesberg” de Oto Dix, “La habitación azul” de Picasso, para hacer entender al lector la trascendencia del diseño. Una actividad cuyos resultados están constantemente en nuestra vida, hasta el punto de hacérnosla más sencilla, pero que suelen pasar desapercibidos si no prestamos cierta atención.
Ameno y profusamente ilustrado con reproducciones en color de las obras mencionadas y muchas otras más, podemos afirmar que “El factor del diseño...” se convertirá en un clásico de la divulgación del diseño gráfico como ya lo son sus dos volúmenes sobre la historia de esta profesión también editados en esta colección de Alianza Editorial.

El factor diseño en la cultura de la imagen y en la imagen de la cultura
Enric Satué. Alianza Forma. 304 páginas. Castellano

domingo, 14 de agosto de 2011

Pocos apostarían –nosotros los primeros–, que un libro sobre un dibujante ruin, vago, facundo y adicto a las películas pornográficas, resultara una narración ágil, divertida y que consiguiera atrapar al lector desde la primera a la última página. Sin embargo, y en contra de lo esperado, así es “Consumido”, obra del norteamericano Joe Matt que continúa su serie “Peepshow” y en la que también aparecen otras figuras claves del tebeo actual como Seth o Chester Brown.
A las virtudes propias de este título se suma, como es habitual en la editorial Fulgencio Pimentel, un cuidado acabado, magnífica rotulación y, sin desmerecer la labor de Matt, es de recibo reconocer que buena parte de responsabilidad a la hora de hacer este libro ameno y absorbente es de los traductores, que consiguen que las interminables intervenciones del protagonista tengan un lenguaje ágil y coloquial, sin traicionar el espíritu del original.
A pesar de sus grandes virtudes, “Consumido” tal vez no sea un libro para todos los públicos ni para un lector poco familiarizado con los cómics. Además de carecer de una acción trepidante, su temática puede alejar de sí a un sector, principalmente el femenino, que no encuentre interesante, por ejemplo, la afición del protagonista por construir una colección de películas porno a las que ha espulgado de aquellas escenas superfluas. De hecho, el propio Matt bromea con ese asunto en un divertido marca páginas incluido en la edición y en el que dos chicas dan su sincera opinión sobre “Consumido”. El público masculino, sin embargo, se sentirá realmente retratado en muchas de sus páginas.

Joe Matt. Fulgencio Pimentel
128 páginas. Castellano

viernes, 12 de agosto de 2011

Como cada año, el FAD publica su memoria a actividades. En esta ocasión se trata de un grueso volumen diseñado por David Torrents y Silvia Mínguez en el que, además de repasar lo hecho por esta asociación a lo largo del 2010, se proponen ciertas cuestiones relacionadas con la profesión de diseñador como “¿Diseñar es la mejor manera de prever el futuro?”, “¿Podemos cambiar el presente?”, “¿Cuál es nuestro sitio?”, “¿Debemos diseñar para la gente? ¿O con la gente?”. 
Aprovechando que estamos con preguntas, nosotros planteamos las siguientes: “¿Por qué este año el libro del FAD solo tiene un volumen”, “¿Por qué a la hora de elegir cuál de los dos se eliminaba, se ha decidido eliminar aquél que muestra los trabajos de los socios y mantener el que sirve de tarjeta de visita de la asociación ante las instituciones públicas y las empresas?”.
En ocasiones, las asociaciones se olvidan de que son sus socios los que las dotan de sentido y de fuerza. Las relaciones, acuerdos y prebendas procedentes de empresas, instituciones o gobiernos solo son posibles en la medida de que aquellos hacen que sean entes con representatividad y capacidad para negociar en nombre del colectivo.
Por ello, y aunque a la gente que subvenciona este tipo de organizaciones les encanta ver en qué se ha  gastado su dinero, a los socios, que suelen disfrutar de una situación económica menos desahogada que la de esas empresas, tampoco les viene mal poder mostrar al mundo qué es lo que hacen.
Tal vez la solución sea que un año se publique el libro de socios y otro la memoria o incluso, que ésta última, dado que no es más que un trámite, se publique en pdf. Además de los socios, lo agradecerá el medio ambiente.

Les preguntes són més importants que les respostes? 
Varios autores. FAD. 698 páginas 
Catalán. Castellano. Inglés

lunes, 8 de agosto de 2011

Gracias a la editorial Debolsillo, perteneciente a Random House Mondadori, los seguidores de Carlos Giménez van a poder disfrutar en breve de toda su obra. No es una exageración. Cuando decimos toda, es toda pues, gracias a la colección “Todo...” ya se ha editado “Todo Paracuellos”, “Todo 36-39: Malos tiempos”, “Todo los profesionales” y el próximo otoño está prevista la publicación de “Todo Barrio”, a la que seguro que seguirán las “Historias de sexo y chapuza”, “España una... grande... y libre” y los álbumes de historias independientes.
Tras abordar su infancia en los colegios de Auxilio Social y su adolescencia en la Barcelona de los años 50, Carlos Giménez recopiló en los diferentes tomos de “Los profesionales” sus recuerdos sobre sus primeros años como dibujante de tebeos profesional en la Agencia Selecciones Ilustradas de Josep Toutain.
Aunque la vida del dibujante de cómics español nunca ha sido un camino de rosas, de las aventuras narradas por Giménez en esta obra y del prólogo firmado por José Mª Beá se tiene la sensación de que no había nadie más afortunado en esa época y en este país que los dibujantes.
En ese aspecto, “Los Profesionales” tal vez sea la obra más optimista y divertida de Carlos Giménez. Un trabajo en el que las miserias de la España autárquica y la dictadura, las agotadoras jornadas de trabajo, los bajos sueldos o la tiranía de los jefes, quedan en un segundo plano, ocultas por las salvajes gamberradas que esta pandilla de ilustradores cometían constantemente.
Como regalo, la editorial ha incluido también en este volumen “Rambla arriba, Rambla abajo”, libro independiente pero más cercano a la temática de “Los profesionales” que a “Paracuellos”, “Barrio” u otras obras de su autor.

Todo Los profesionales. Carlos Giménez
Debolsillo. 664 páginas. Castellano

viernes, 5 de agosto de 2011

Cuando un autor declara convencido que la trama, los personajes, el escenario y el tema son los mayores enemigos de la novela, es evidente que estamos ante un autor muy particular. Este es el caso de John Hawkes, escritor estadounidense nacido en 1925 y renovador de géneros clásicos como la novela negra, el relato de aventuras bélicas o el western.
“La pata del escarabajo” es un ejemplo de este último caso, una parodia de las aventuras de Oeste norteamericano tantas veces exploradas por el cine y las novelitas “pulp”. Todo lo que sucede en ella gira en torno a la construcción de una presa en una ciudad en medio del desierto, o mejor dicho, a la no construcción de la misma a consecuencia de un accidente, hecho que trunca las esperanzas de prosperidad de todo el pueblo. La única esperanza de los habitantes es aferrarse al mito de Mulge Lampson, el trabajador fallecido durante las obras, cuya muerte provocó la paralización del proyecto y cuya vida y acciones convierten en leyenda.
Una novela diferente, que ha llegado a manos del lector español gracias a la editorial Meettok y al esfuerzo de Jon Bilbao, traductor y autor de un entusiasta prólogo a través del cual transmite al lector su admiración por Hawkes.

La pata del escarabajo. John Hawkes
Meettok. 230 páginas. Castellano

martes, 2 de agosto de 2011

En una sociedad predominantemente visual como la que habitamos, pocos dudan de que la imagen se ha convertido en un lenguaje en sí mismo.
Si en el pasado la importancia de los hermeneutas se basaba en su talento y capacidad para desentrañar los significados de las Escrituras o cualquier otro texto, en la actualidad el verdadero poder recae en aquél que es capaz de interpretar los cientos de signos visuales a los que estamos expuestos cada día.
Sin embargo, y a pesar de su trascendencia, pocos han sido los que se han atrevido a abordar el tema en un tratado exhaustivo que plasme la complejidad del signo visual desde otras culturas que no sea únicamente la occidental.
El Groupe m asumió este reto de analizar el signo visual y lo hizo desde un punto de vista amplio que, no solo evitaba el etnocentrismo, sino que abarcaba diferentes disciplinas como la semiótica, la psicología, la retórica y la geometría. Sus conclusiones, redactadas en forma de tratado en 1993, vuelven a estar a disposición del público casi veinte años después de su primera aparición gracias a Cátedra y su colección Signo e imagen.
A pesar de lo atractivo e interesante del tema, “Tratado del signo visual” no es un texto amable y, si bien aporta respuestas a las cuestiones relativas a este tema, lo cierto es que el lector se las tendrá que ganar a pulso, poniendo de sí atención, esfuerzo y conocimientos aunque, por otra parte, nadie dijo que esto del saber era sencillo o se obtenía por gracia divina.

Tratado del signo visual. Groupe m
Cátedra. 448 páginas. Castellano