domingo, 16 de enero de 2011

Una nueva entrega, la cuarta ya, de las “pequeñeces de Lewis Trondheim”, en la que el autor francés da rienda suelta a sus preocupaciones cotidianas. Escenas del día a día con las que cualquier mortal se sentirá identificado, gracias a la capacidad de Trondheim para presentar al ser humano, empezando por él mismo, con toda sus grandezas y sus miserias.
A diferencia de otros trabajos autobiográficos semejantes firmados por otros autores, “Mi sombra a lo lejos” no resulta pretencioso ni pedante y entre sus muchas virtudes podríamos aventurarnos a afirmar que destacan sus efectos terapéuticos, gracias al optimismo e hilaridad que contiene y que está presente incluso en las situaciones más graves y preocupantes, como la extirpación de unos pólipos de las cavidades nasales del protagonista.
También cabe destacar la belleza de los dibujos y el talento de Trondheim para trabajar la acuarela, un hecho que acostumbra a pasar desapercibido a la hora de valorar esta línea de trabajo, que suele ser tomada más como un divertimento del autor que como una magna obra al estilo de las novelas gráficas. Un hecho curioso, habida cuenta de que, tras la publicación de cuatro volúmenes de estas aventuras, es evidente que este trabajo ha adquirido una entidad que supera con creces la anécdota y que, con el tiempo, constituirá un corpus a través del cual reconstruir la vida de su autor, algo que intentan hacer muchas otras obras con más aspiraciones que ésta, aunque con mucha menos fortuna.

Mi sombra a lo lejos / Lewis Trondheim
Sins entido / 128 páginas / Castellano