domingo, 2 de diciembre de 2007


"De las exposiciones, lo mejor es el libro que queda". Quizá sea exagerada esta sentencia común, pero a menudo sucede que el catálogo puede salvar una exposición discreta, y no digo que sea el caso. La visita a una exposición tiene un beneficio espiritual, el que se consigue de la percepción única que se deriva del contacto con las piezas. Para el disfrute y la comprensión, personalmente prefiero el catálogo en la mayoría de los casos. Cuando además la exposición lo es en buena parte de reproducciones impresas, ni siquiera copias que remitan al original en tamaño, material, textura... no tengo dudas.
Así, de la exposición que se celebra en la biblioteca nacional lo que queda es este tomo, que es más libro que catálogo, en el sentido de que tiene entidad en sí mismo, y aporta información y lectura más allá de la referencia a las piezas y los autores.
Satué ha hecho un trabajo exquisito y documentado, y que a partir de la anécdota que son las piezas, se desarrolla en un tratado de tipografía que bien vale el esfuerzo de la exposición, en el entendido de que sin ella nadie lo hubiera editado, posiblemente. La conclusión, un ejemplar imprescindible.
La edición cultural se extiende en esta línea de la coedición paniaguada: una exposición genera libro bajo la responsabilidad de un editor, y por ese camino alcanza los recursos para hacerlo posible. Bien está. En este caso coeditan la Biblioteca Nacional, la Fundación Germán Sánchez Ruipérez y Siruela, con el arropo de la Dirección General del Libro, vía adquisición para bibliotecas. La salida al mercado es de 45 euros... ¿tanto? Siendo que suele haber de por medio compra oficial de ejemplares para aliviar las tristezas del editor, debería servir ello para que el precio fuera asequible... casi nunca sucede. La compra oficial es tanto más sustanciosa cuanto mayor sea el peuvepé, y así, cada vez con frecuencia mayor vemos cómo esas "coediciones" nunca son baratas para el comprador de librería, al contrario.
Y de la edición, cuesta decirlo porque estos libros son necesarios aun cuando se hagan mal, poco bueno hay que decir. El diseño es tosco y demodé, el tratamiento ortotipográfico deja mucho que desear, interlineados exagerados, ladillos centrados en caja alta... baste la composición del título en portada como ejemplo. Lástima, tratándose del contenido que se trata y de Enric, que no se merecía esto.

Arte en la tipografía y tipografía en el arte. Compendio de tipografía artística. Enric Satué. Ed. Siruela. 322 páginas. Idioma: español.