martes, 20 de octubre de 2009

Javier Cosnava firma el guión de este álbum que narra la vida de los habitantes de Ciudad Jardín, una urbanización residencial apenas a un kilómetro de distancia de un campo de concentración, en la que viven las familias de los oficiales encargados de la gestión del mismo.
Una historia basada en hecho reales, cuya crudeza ha tenido que ser rebajada con objeto de que resulte verosímil al lector, hecho que nos da una idea de las atrocidades cometidas contra los prisioneros durante su internamiento.
Además del interés histórico, “Un buen hombre” cuenta con el atractivo de estar ilustrado por diez dibujantes, que dan forma a la historia principal a través de los puntos de vista de los diferentes personajes. Una decisión que, a pesar de los distintos estilos de cada uno de estos profesionales o su experiencia (a algunos se les nota más veteranía que a otros), no afecta a la unidad del proyecto que se lee como una obra homogénea, gracias a, entre otras cosas, al establecimiento de unas pautas para uso común, algunas de las cuales se pueden ver al final del libro en forma de bocetos de los personajes. De esta forma, los ilustradores pudieron recrear a cada uno de los actores de este drama sin renunciar a su estilo personal y evitando que el lector se despistase al ver que sus rasgos cambiaban de un autor a otro.
Por último, el libro se completa con un prólogo de Rosa Torán, Historiadora y Presidenta de “Amical de Mautaushen y otros campos” y un breve anexo en el que el autor detalla, a través de fotografías y textos, cuáles son los escenarios y los personajes reales en los que inspiraron “Un buen hombre”.

Un buen hombre. VV. AA. Glénat.
78 páginas