miércoles, 8 de julio de 2009

Siete historias breves que se entrelazan y acaban (o empiezan, ya que la sucesión de los capítulos se hace del siete al uno) en una escena donde todas confluyen y se explican. Un álbum de ilustración cuya narración se construye sin necesidad alguna de palabras y en el que las imágenes contienen una gran carga onírica dando lugar a dormitorios en los que brotan árboles, cajeros automáticos amenizados por mujeres enmascaradas y monos saltimbanquis o camas que viajan por el mundo descubriendo lugares o asistiendo a traumáticos hechos como el atropello de una niña que corre para recuperar su globo. Ejecutado en tono grises con una técnica que aglutina texturas de plumilla, grafito, pinceles y aguadas, Pejac apenas emplea el color. Tan sólo lo hace para destacar algunos elementos de la escena que suelen ser objetos relacionados con el personaje que la protagoniza. Vuelo rasante es, en definitiva y a pesar de pequeños fallos de principiante (como generar imágenes con texturas a base de clonar o pegar otros trozos sin difuminar las juntas), un interesante ejercicio que demuestra la calidad de Pejac como ilustrador y narrador y le augura un interesante futuro en ambas disciplinas.

Vuelo rasante. Pejac. Viaje a Bizancio Ediciones
58 páginas. Idioma: Español