jueves, 22 de febrero de 2018

La vida, signifique lo que signifique, no es algo que pueda explicarse desde la eternidad. La memoria de Mariano Fortuny y Marsal ha estado demasiado condicionada por la épica de un destino artístico situado más allá de los avatares terrenales. Sin embargo, como todos los seres humanos, hubo de conciliar sus aspiraciones personales con la complejidad de un sistema que cambiaba rápidamente, condicionado por las apariencias y el dinero. A mediados del siglo XIX, el arte empezó a funcionar como un elemento de prestigio para una nueva élite deseosa de exhibir su poder, no siempre experta en sutilezas estéticas. La posesión y el reconocimiento de las obras de Fortuny se convirtió en un signo de distinción de clase. Esta circunstancia singular sirve en este libro de arranque para adentrarse en un universo de intereses mundanos que supera la pura trayectoria vital del pintor, observada desde puntos de vista como la amistad, el amor, la frivolidad, la presunción, el sexo o la nostalgia. Todo ello a través de un relato fresco y ágil alejado de la perfección de los grandes discursos.


Fortuny o el arte comodistinción de clase
Carlos Reyero. Ed. Cátedra. 12,5 x 18 cm. . 400 páginas.