jueves, 2 de enero de 2014


En la reedición de textos clásicos se está encontrando a través de la ilustración una reivindicación del libro como algo más allá de la obra escrita susceptible de acabar en una pantalla gris. Sin querer hablar de libro-objeto (todos lo son), es un género al alza, convertir el libro en deseable. Este segundo volumen de la obra de Víctor Hugo es un ejemplo de ello. La edición es exquisita y perdurable, cuidada. Sin escatimar en medios –bien vale los 25€ que cuesta– lo que le da valor es la ilustración de Benjamin Lacombe, que explora en esta obra la época medieval y se deleita ofreciendo su interpretación personal de un imaginario que, en medio del bullicio y los clamores, ha forjado tres personajes de leyenda: Esmeralda, mujer fatal; Frollo, archidiácono maldito; Cuasimodo, jorobado y tuerto, de gran corazón. Y, como telón de fondo, una imponente catedral.
Benjamin Lacombe es un ilustrador y autor francés nacido el 12 de julio de 1982 en París, donde actualmente vive y trabaja. Sus ilustraciones se destacan por un estilo caricaturesco que dennotan elegancia, fragilidad y melancolía. En 2001 se unió a la Escuela Nacional de Artes Decorativas (ENSAD), en París, donde continuó su formación artística. Durante sus estudios, Benjamin trabajó en publicidad y animación y, con sólo 19 años, edita su primer cómic. Lo que en un principio fue su proyecto de fin de carrera, pasó a ser su primer libro para niños: Cereza Guinda, el álbum que él mismo escribió e ilustró fue publicado por Les editions du Seui en marzo de 2006. Al año siguiente, Benjamin se convirtió en una joven celebridad del mundo editorial desde su exitoso lanzamiento en Estados Unidos por el sello Walker Books y gracias a la nominación de la prestigiosa Revista Time que ubicó a Cereza Guinda dentro de los 10 mejores libros para niños publicados en el año 2007. Desde entonces, escribió e ilustró muchos libros abordando temas tales como la infancia, la melancolía y la diferencia. Para ello, ha utilizado técnicas variadas como el gouache, el lápiz y el grafito, las acuarelas y la pintura al óleo.
A lo largo de su trayectoria, Benjamin ha trabajado con Albin Michel, Barefoot Books (EE.UU.), Edelvivives (España), Hemingway Corea (Corea), Milan, MaxMilo, Cerbatana, Sol, Walker Books (EE.UU.) y Le Seuil Jeunesse, la editoral con la que publicó la mayoría de sus libros.
Entre sus fuentes de inspiración se encuentran el movimiento Prerrafaelistas y el Quattrocento Italiano, primitivo flamenco, así como también artistas más contemporáneos: Tod Browning y su mundo “monstruos”, Tim Burton, Fritz Lang y su película Metropolis, Ray Harryhausen, David LaChapelle o Diane Arbus. Su entorno personal y social también son parte de su inspiración. Un ejemplo de ello es su perro Virgil, a quien procura incluir en la mayoría de sus obras.
Si bien la mayoría de las producciones de Lacombe conciernen al sector juvenil, también publicó libros ilustrados para adultos incluyendo entre ellos una versión de los “Cuentos Macabros” de Edgar Allan Poe, con la traducción de Baudelaire, y ahora esta Nuestra Señora de París, de Victor Hugo.
Otros artistas han trabajado a partir de obras originales de Benjamin Lacombe, como Julien Martinez, un escultor y creador de muñecas contemporáneas, o Emmanuelle Andrieu, de la Casa de la Vidriera, que realizó una vidriera a partir de una ilustración de “Cuentos Macabros”.


Nuestra Señora de París . Víctor Hugo. Ilustraciones de Banjamín Lacombe
Ed. Edelvives. 20x28 cm. 2 volúmenes
240 y 392 páginas. Castellano