jueves, 3 de enero de 2008

La editorial Calambur marca la diferencia de la edición de poesía en nuestro país. No ya por la elección de los contenidos, que también, pero no es lo que nos ocupa. La poesía representa la lectura por el disfrute, en sentido estricto y por autonomasia, y ahí cobra especial sentido el libro como objeto. Sus volúmenes son, sin grandes alardes, especialmente cuidados en su edición, la puesta en página, el tratamiento tipográfico, la elección del papel...
No podía ser menos este tratado de poesía visual: el papel satinado que garantiza las reproducciones, sin renunciar al ahuesado que lo hace íntimista El reto de embarcarse en esta antología hay que agradecérselo a Alfonso López Gradolí. Un repaso concienzudo a través de cincuenta y siete autores, que se cura en salud con el subtítulo: Antología Incompleta. Todas lo son, pero no está de más aclararlo. Como género es especialmente desconocido, por lo que este volumen se hace imprescindible para descubrir talentos ocultos (ignorancia propia, he de decir). De cada autor cuatro poemas visuales, una nota biográfica y una poética. Suficiente para despertar el deseo de conocer más, que al fin es lo que se espera de un libro como éste.
Y como incompleta, a cada uno se le ocurrirá quién debiera haber estado, y yo no seré menos: Por un lado, Cuca Canals, que en su renacentismo puede quedar escasa y desapercibida su poesía visual, pero es imprescindible, la pura y la que incorpora a su narrativa. Por otro, y esto es debilidad mía, Juan Vidaurre, que quizá porque se mueve poco en el circuito literario pueda haber pasado desapercibido.
Abriendo el espectro hacia la creación gráfica, unos cuantos diseñadores poetas merecerían sobradamente también su hueco: sin dudarlo, Isidro Ferrer, Pep Carrió y Peret, por citar sólo tres.
En cualquier caso, no se interprete como que queramos enmendarle la plana al autor, no lo merece. Su esfuerzo ha sido grande y el resultado exquisito.
Poesía visual española (antología incompleta). Alfonso López Gradolí. Ed. Calambur. Madrid, 2007. 374 páginas.