martes, 1 de mayo de 2007


Como viene sucediendo cada dos o tres años, cae de nuevo en nuestras manos un libro que declara la muerte de la publicidad tal y como la conocemos y augura el nacimiento de una nueva publicidad que redimirá a creativos, enriquecerá clientes, y enamorará los consumidores. Así pues, el presente volumen es una magnífica colección de alrededor de doscientas campañas de publicidad de guerrilla realmente creativas, muy bien fotografiadas, de las que se disfruta enormemente mientras se lee el libro, pero cuya eficacia queda en entredicho, no ya desde la primera página sino desde la solapa de la sobrecubierta. De esta forma, si tomamos como bueno lo que el autor afirma en ella sobre que “hace veinte años un anunciante podía llegar al ocho por ciento de los norteamericanos con la emisión de tres spots. Ahora necesita emitir 150”, no nos salen las cuentas sobre cuánta gente debe pasar por una calle céntrica de una gran ciudad para coincidir en el momento justo en que se lleva a cabo una acción, pararse, entenderla, recordar la marca por encima del chiste o la situación chocante y, en último término, comprar el producto y hacer millonario al anunciante. Salvo por esta fórmula que no acabamos de entender, Advertising is dead. Long live advertising! es un muy interesante instrumento para saber por dónde va la publicidad actual y pasar un buen rato, que viene a ser lo mismo.

Advertising is dead. Long live advertising!. Tom Himpe. Editorial Thames & Hudson. 224 páginas. Idioma: Inglés