miércoles, 6 de marzo de 2013


“Un diccionario de símbolos es una empresa demente propia de un personaje de Borges”. Esta frase de Juan-Paul Clébert abre esta obra imposible, este mar sin orillas, emprendida por Federico Revilla publicada hace más de veinte años y que ahora estrena su octava edición.
Con casi trescientas voces nuevas, lo que hace un total de 3.305, este diccionario es un útil e interesante libro para investigadores o lectores en general que quieran conocer qué significados se ocultan en edificios, esculturas, pinturas, creaciones literarias y otras obras de arte.
Su lenguaje sencillo y su amplitud de miras a la hora de incorporar términos o referencias recientes –como Sara Bernhardt, Silicon Valley, Pelé, El Principito de Saint Exupery, El extranjero de Camus, El Valle de los Caídos, los juegos de rol...– lo hacen cercano, accesible y alejado del artificio academicista o de una erudición innecesaria.
Como todo buen diccionario de símbolos que se precie, el de Federico Revilla no se circunscribe a aquellas culturas más cercanas a la nuestra, como podrían ser la judía, la musulmana o la cristiana, sino que amplía su análisis a las religiones de los pueblos indígenas de América y Polinesia. Asimismo, se incluyen abundantes reproducciones en blanco y negro de algunas de los términos recogidos y una breve bibliografía, un hecho comprensible pues, dada la complejidad de la obra, resultaría imposible, incluir todas las referencias que, en el caso de Revilla, abarcan desde libros hasta artículos periodísticos o películas cinematográficas.

Diccionario de iconografía y simbología. Federico Revilla
Cátedra. 818 páginas. Castellano