“Un diccionario de
símbolos es una empresa demente propia de un personaje de Borges”. Esta frase
de Juan-Paul Clébert abre esta obra imposible, este mar sin orillas, emprendida
por Federico Revilla publicada hace más de veinte años y que ahora estrena su
octava edición.
Con casi trescientas voces
nuevas, lo que hace un total de 3.305, este diccionario es un útil e
interesante libro para investigadores o lectores en general que quieran conocer
qué significados se ocultan en edificios, esculturas, pinturas, creaciones
literarias y otras obras de arte.
Su lenguaje sencillo y su
amplitud de miras a la hora de incorporar términos o referencias recientes
–como Sara Bernhardt, Silicon Valley, Pelé, El Principito de Saint Exupery, El
extranjero de Camus, El Valle de los Caídos, los juegos de rol...– lo hacen
cercano, accesible y alejado del artificio academicista o de una erudición
innecesaria.
Como todo buen diccionario
de símbolos que se precie, el de Federico Revilla no se circunscribe a aquellas
culturas más cercanas a la nuestra, como podrían ser la judía, la musulmana o
la cristiana, sino que amplía su análisis a las religiones de los pueblos
indígenas de América y Polinesia. Asimismo, se incluyen abundantes
reproducciones en blanco y negro de algunas de los términos recogidos y una
breve bibliografía, un hecho comprensible pues, dada la complejidad de la obra,
resultaría imposible, incluir todas las referencias que, en el caso de Revilla,
abarcan desde libros hasta artículos periodísticos o películas
cinematográficas.
Diccionario de iconografía y simbología. Federico Revilla
Cátedra. 818 páginas. Castellano