Bajo la coordinación de Juan Antonio Ramírez, los autores Julián Díaz Sánchez, Ana Ávila, Carlos Reyero, Jesús Carrillo, Patricia Mayayo y Héctor Sanz Castaño realizan un interesante análisis sobre la situación y el funcionamiento del mundo del arte en España.
El papel de los museos, la influencia de los críticos y las revistas especializadas, la importancia de los catálogos, la labor de las administraciones públicas, la incorporación de las mujeres como creadoras artísticas, la importancia e institucionalización del arte marginal y “desviado” durante la Transición o la importancia de los capitales financieros como dinamizadores y motores del arte son algunos de los temas que se abordan en este ensayo.
Aunque no es un libro de divulgación ni un texto sencillo, lo cierto es que siempre es curioso saber cuáles son los mecanismos con los que se maneja un sector que, aunque siempre ha tenido una innegable vertiente cultural, también es cierto que posee mucho de negocio y apariencia. Una realidad que resulta evidente cuando analizamos el arte desde el punto de vista del coleccionismo –sujeto a extrañas corazonadas, caprichosas fluctuaciones e interesadas estrategias de promoción–, cuando nos fijamos en su relación con el sector inmobiliario –donde los centros de arte son jugosos encargos arquitectónicos– o cuando lo pensamos en relación con el sector turístico –que ha hecho de los museos epicentro de muchas de sus ofertas y propuestas.
El papel de los museos, la influencia de los críticos y las revistas especializadas, la importancia de los catálogos, la labor de las administraciones públicas, la incorporación de las mujeres como creadoras artísticas, la importancia e institucionalización del arte marginal y “desviado” durante la Transición o la importancia de los capitales financieros como dinamizadores y motores del arte son algunos de los temas que se abordan en este ensayo.
Aunque no es un libro de divulgación ni un texto sencillo, lo cierto es que siempre es curioso saber cuáles son los mecanismos con los que se maneja un sector que, aunque siempre ha tenido una innegable vertiente cultural, también es cierto que posee mucho de negocio y apariencia. Una realidad que resulta evidente cuando analizamos el arte desde el punto de vista del coleccionismo –sujeto a extrañas corazonadas, caprichosas fluctuaciones e interesadas estrategias de promoción–, cuando nos fijamos en su relación con el sector inmobiliario –donde los centros de arte son jugosos encargos arquitectónicos– o cuando lo pensamos en relación con el sector turístico –que ha hecho de los museos epicentro de muchas de sus ofertas y propuestas.
El sistema del arte en España. Juan Antonio Ramírez (Ed.)
Ediciones Cátedra. 380 páginas. Castellano
Ediciones Cátedra. 380 páginas. Castellano