Como sucede con los ciclos de la agricultura, cada año llega una nueva cosecha de anuarios de creatividad aunque, a diferencia de los frutos de la tierra, su capacidad nutritiva, resulta más que discutible.
Su abundancia de piezas, algunas de las cuales apenas se han visto en los medios salvo para cumplir con las exigencias de participación, generan una sensación de empacho más cercana a la ingestión de golosinas que a la de alta cocina.
Esta sensación de saciedad es la que uno encuentra al visitar el contenido de la edición 2009 del Anuario del Art Directors Club, entidad que no duda en calificar su producto como “The annual of annuals”, en una evidente falta de humildad y autocrítica.
En una época en la que se cuestiona la viabilidad del libro como soporte, muy especialmente desde el sector de la creatividad, sorprende que los profesionales del diseño y la publicidad apuesten por un formato como este para dar a conocer sus creaciones, válido hace décadas cuando las comunicaciones y el intercambio de información resultaban lentos y costosos, pero inútiles desde la aparición de internet.
De hecho, la Red nos ha demostrado que hay mucha más calidad y talento en los blogs y las páginas web de diseñadores anónimos que en este tipo de anuarios, que no dejan
de ser productos concebidos para recompensar el ego y la inversión de aquellos que han desembolsado considerables cantidades de dinero para inscribir sus trabajos.
Esto no quiere decir que esta nueva entrega del anuario ADC*E no tenga contenidos interesantes. De hecho, sería injusto no mencionar el gran trabajo de maquetación y diseño realizado por Alex Trochut para el libro.
The Annual of Annuals. Best of European Design & Advertising '09. VV.AA.
ADC*E. The Art Directors Club of Europe. 522 páginas. Inglés