viernes, 3 de febrero de 2012


Mireia Pérez se ha convertido en una agradable sorpresa en el panorama del cómic español, territorio tradicionalmente vedado a la mujer y en el que, salvo honrosas excepciones como el de Purita Campos, los hombres han gozado de una total hegemonía.
En muy poco tiempo, Pérez ha conseguido hacerse un hueco en este sector y, tras demostrar su talento en los formatos cortos, se ha lanzado a la aventura de crear una novela gráfica, esfuerzo que se ha visto ahora recompensado con el primer Premio Internacional de Cómic FNAC-Sins Entido.
“La muchacha salvaje”, historia de la que ahora se presenta el primer volumen titulado “Nómada”, es una historia troglodita de superación y exclusión. Una epopeya de cuando no había agua corriente cuyo planteamiento resulta más cercano a la saga literaria del Oso Cavernario o la serie de televisión que narra las aventuras del Homo Sapiens –es decir, la epopeya sufrida por un miembro de una tribu evolutivamente inferior a otras que ya pueblan la Tierra en esos años–, que a obras como “El pequeño salvaje” de Truffaut.
Colorista, divertido y con las dosis justas de violencia y sexo para hacerlo accesible a todo tipo de lectores, “La muchacha salvaje” es una lectura agradable que queda interrumpida a la espera de los siguientes volúmenes en los que se descubrirá si la protagonista será capaz de abandonar su vida nómada para acostumbrarse al sedentarismo, el cultivo de tierras y la recolección.
El hecho de que carezca de largos bloques de texto y diálogos (innegable ventaja de hacer tebeos con personajes prehistóricos a excepción de los Picapiedra), hace que el trabajo de Mireia Pérez resulte muy adecuado para ser vendido en el extranjero. De hecho, no nos extrañaría nada que en unos meses viéramos las correspondientes adaptaciones italianas y francesas.

La muchacha salvaje. Mireia Pérez
Sins Entido. 110 páginas. Castellano