Una nueva entrega de las historietas de Liniers, heredero de autores como Gary Larson y renovador del género de las tiras diarias de periódico, gracias a su personal fórmula que aglutina un estilo reconocible en el trazo; inteligencia, humor, ternura y absurdo en la narración y un universo plagado de personajes fuera de lo habitual incluso para un tebeo.
Para aquellos que no lo conozcan, en este sexto volumen encontrarán retazos de vida, detalles de cotidianidad y reflexiones de personajes como el gato Fellini, el oso Madariaga, los pingüinos, los duendes, Picasso, Sartre o Johnson. Aquellos que ya estén familiarizados con la obra de Liniers, no precisan de más explicación.
Lo que sí que necesita alguna explicación es el hecho sorprendente de que los diarios españoles hayan decidido darle la espalda a la tira diaria como aliciente a la hora de captar nuevos lectores y mantener los existentes. Mientras Liniers triunfa a nivel mundial con las tiras que publica en el diario La Nación de Argentina, en España, ninguna cabecera salvo La Vanguardia publica tiras de forma habitual. Un hecho que ya asombra por incomprensible en el caso de la dirección y la empresa del diario Público que hace unas cuantas semanas se ha permitido el lujo de despedir a Mauro Entrialgo y prescindir de su inteligente “Plétora de Piñatas”.
Para aquellos que no lo conozcan, en este sexto volumen encontrarán retazos de vida, detalles de cotidianidad y reflexiones de personajes como el gato Fellini, el oso Madariaga, los pingüinos, los duendes, Picasso, Sartre o Johnson. Aquellos que ya estén familiarizados con la obra de Liniers, no precisan de más explicación.
Lo que sí que necesita alguna explicación es el hecho sorprendente de que los diarios españoles hayan decidido darle la espalda a la tira diaria como aliciente a la hora de captar nuevos lectores y mantener los existentes. Mientras Liniers triunfa a nivel mundial con las tiras que publica en el diario La Nación de Argentina, en España, ninguna cabecera salvo La Vanguardia publica tiras de forma habitual. Un hecho que ya asombra por incomprensible en el caso de la dirección y la empresa del diario Público que hace unas cuantas semanas se ha permitido el lujo de despedir a Mauro Entrialgo y prescindir de su inteligente “Plétora de Piñatas”.
96 páginas. Castellano