sábado, 17 de octubre de 2009

En los últimos tiempos estamos asistiendo, por evidentes motivos de mercadotecnia, a un abuso del término “novela gráfica” para definir lo que toda la vida han sido tebeos y posteriormente cómics. Sin embargo, “Tamara Drewe” no sólo encaja a la perfección en la definición que del término novela gráfica acuñó su creador, Will Eisner, sino que incluso podríamos decir que la excede.
En ocasiones, la nueva obra de Posy Simmonds funciona como un tebeo con mucha letra y, en otras, como un libro ilustrado. En ambos casos, el resultado es realmente sorprendente gracias a la maestría de Simmonds para el dibujo y su talento narrativo para urdir una trama compleja y divertida, con diferentes niveles de lectura, y que pone de manifiesto muchas de las posibilidades que posee el cómic como expresión artística.
Se echa a faltar, sin embargo, un mejor uso de las tipografías por parte del autor a la hora de separar esos diferentes niveles de lectura. Un descuido que afea el conjunto y que, por una vez, no es exclusivo de la edición española, pues ya estaba presente en la edición original inglesa.
Un problema que radica en el abuso por parte de los dibujantes de tipografías digitales por resultar más cómodas que las rotuladas a mano, olvidando que, en ocasiones, y especialmente cuando nos encontramos ante un dibujo en el que tienen mucho protagonismo el trazo y las texturas, las tipografías realizadas con ordenador resultan demasiado frías, impersonales, distantes, hasta el punto de no conseguir integrarse en el conjunto de la página.
Salvo esta objeción, que pasa a un segundo plano en el momento en el que el lector se zambulle en las relaciones de los diferentes habitantes de Stonefield, “Tamara Drewe” es uno de los trabajos más interesantes de los editados últimamente en el mundo del tebeo.

Tamara Drewe. Posy Simmonds. Sins entido.
272 páginas. Español.